28 septiembre 2008

Año nuevo 5769

Mañana, lunes, 29 de septiembre, se festeja el inicio del año nuevo judío. No es cada septiembre 29 sino, solamente, este año. El año nuevo judío es el primer día del mes de Tishrei. El primer mes judío del año.
Este año he tenido suerte. Mi hermano está aquí (estudia) y, por lo tanto, vienen mis padres para que festejemos todos juntos. Llegan a Barcelona un poco más tarde. Hemos hecho (Bonito y yo en nuestro piso y mi hermano en el suyo) una limpieza general. Hasta que llegan a ver a mi casa, mejor que este limpia y ordenada. Es que no vienen tan a menudo.
Mañana hacemos la cena especial. A parte de mi familia llegarán unos invitados más para que podrámos disfrutar de una cena divertida. Vienen unos amigos de mi hermano que viven por Europa y también los padres del Bonito que siempre me muestran cómo se festeja una Navidad o Reyes. Ahora verán mi año nuevo. En total: gran fiesta.
La cena empieza con una bendiciones para el año nuevo: que sea dulce como miel, que estemos en la cabeza y no en la cola y más. Después de llega a la cena. Mi madre y hermano están preparando el menú ya un mes y algo. Tenemos un vino encargado: Peraj Aviv, un vino catalán (bodega Capçanes) que es cosher. Simbólicamente, es bonito.
Así que impresiones de la cena pondré en unos días. Hasta entonces cocino y limpio (si, ya he hecho el pastel de chocolate). Para todos: Shana Tova U metuka!! (buen y dulce año!)

23 septiembre 2008

Bordeaux

En nuestro gran mega viaje a las tierras francesas, hemos probado algunos vinos y hemos visto como va la "industria" por ahí. Yo no soy ninguna experta, ni nada menos, pero he tenido unas impresiones que no se si interesan a alguien. Igualmente las voy a escribir aquí.
En los viajes de vinos que hago con el Bonito de vez en cuando, yo soy la que bebe, mientras él sólo prueba (así de profesional...). Yo calífico como "dulce" y "menos dulce" lo que él llama "alcohólico" o no. Así que podéis imaginar la validez de mi opinión. Pero digamos como una turista cualquiera, esta es mi opinión.

La zona de Bordeus es muy guapa y muy bien cuidada. Vaya, como el resto de Francia. Pero ahí se ve que hay mucho dinero. Es que los vinos de esta zona son unos de los más conocidos del mundo y hay unos que están considerados como los mejores vinos del mundo. Eso empezó hace años, siglos. Creo que hay chateaux que funcionan desde el siglo XVI y que su historia se reparte entre Inglaterra y Francia (la Guerra de los 100 años es parte importante de la historia de Aquitania que, fue durante años, parte de Inglaterra). Así que la reputación de los vinos de la zona es muy importante. Los viñedos están muy arregaldos. Hay una conciencia clara y, una organoización, de estos viñedos como un lugar turístico. Estando ahí, pensé que es interesante que este tipo de agricultura, de producto, de árbol, recibe turistas de todo el mundo. Hay excursiones, paseos en bici, caminando y camping en los viñedos. Por eso, están en una condición impecable y dan un ambiente reljado, bucólico pero bajo el dominio del hombre, es decir, muy muy arreglados.

Llegando ahí, paramos primero en Saint Emilion. Un pueblo bellisimo que vive del vino. Hemos hecho una degustación. Llegar a visitar un chateau fue complicado porque no tuvimos vista previa. Así que en una maison de vins probamos algunos vinos, blancos y tintos. Un vino blanco de 2007 costó 19 euros. Estuvo muy bueno pero, a mi opinión, no para pagar tanto. Pero ahí empieza el problema. Los vinos son caros porque son de Burdeos. Otro probelma que encontramos fue que los vinos de esta zona, no como la mayoría (me parece) de los vinos españoles, son para beber dentro de 15 años (o 30). No tenemos ni la paciencia para esperar a ver que tal, ni las condiciones para guardar un vino tanto tiempo para hacerlo. Así que el concepto es muy distinto.

Se puede pensar que, al ir a visitar las bodegas (son estos chateaux) se puede degustar los mejores vinos de la zona sin tener que comprar. Lo que descubrimos es que si no eres alguien y no tienes una visita reservada de hace tiempo, no tienes manera de probar los mejores vinos. Tiene su lógica, obviamente, pero no se podía conseguir ni una visita. Si que fuimos a ver dos de estos chateaux. El primero fue en el sur de Burdeos (Pessac Leognian) y el otro en el norte (Margaux).En Burdeos hay un río (Garona) que pasa en medio de la ciudad y da a la tierra esta condición tan importante para poder hacer buenos vinos. En el lado izquierda del río, el suelo es más pobre (según lo que tengo entendido de las explicaciones) y, por lo tanto, se utiliza más el Cabarnet Sauvignon. En el lado derecha (el lado de Saint Emilion) se utiliza más el Merlot.

Entonces fuimos a ver los chateaux. La primera visita fue muy interesante, un señor muy simpático nos explicó bastante de la zona, de las uvas, de la añada (este año no ha sido nada bueno!). Nos mostró donde preparan y hacen todo lo que hay que hacer para poder tener el vino. Ahí compramos una botella. La segunda visita, más al norte, fue en un chateau más grande y más comercial. Ahí se utilizan más maquinas y todo se hace en una escala más grande. Igualmente, el chateau tenía dos tipos de vinos- uno mejor y el otro, más simple. Este lugar nos gustó menos.

La verdad es que , para os que les gusta el vino y la información que le rodea, este post les puede dar muy poca información. Hay mucha más: el suelo, el clima, los vinos blancos (no hay tantos pero hay algunos conocidos), la historia y las diferentes clasificaciones de los distintos dominios. Fácil de explicar no es, si que vale la pena visitar. Pero, para poder hacer de todo, recomiendo ir con bastante dinero y organización. Así, no hay que decir no a nada

14 septiembre 2008

Léon Gambetta

He vuelto de mi viaje. Es difícil pensar como ponerlo todo aquí, en pocas líneas. Todo era magnífico. Hemos hecho una vuelta desde Perpignan hasta Bayonne, paseando en coche en carreteras secundarias, entre pueblo, que solo en Francia, consiguen mantenerlos de esta forma mágica. La naturaleza, europea pero bellisima, la comida, los vinos (de cada región), la tienda de campaña que fue nuestra casa durante estos días y la compañía.

Hemos visto algunas cosas que me impresionaron más (o todo en pocas palabras):
  • Gambetta (por Léon Gambetta) fue la calle principal en todas las ciudades y pueblos en que hemos pasado. Siempre quisimos saber quién fue este señor tan importante... así que si alguien tiene el interés de saber más que el hecho que fue un político francés en siglo XIX) tendría que entrar aquí.
  • Hemos encontrado un buen restaurante en cada pueblo (como es propio a esta zona el pato y sus derivados, hemos comido mucho magret y Foie gras). En total, nos salió mucho más barato que muchos de los restaurantes (del mismo nivel, más o menos) en Barcelona. Si, Francia es más caro que España, pero hay muchos menús para cenar que ofrecen un primero y un segundo de la carta. Además, los platos son muy grandes, así que un primero para dos personas, y dos segundos es más suficiente.Pero si, en este aspecto lo pasamos genial.
  • A veces cenamos en la tienda de campaña. Compramos cosas en un supermercado y un vino (en el segundo día ya compramos dos copas de vino simples que nos acompañaron en el viaje). Estas cenas, con una linterna (que da bastante luz) y música de un agonizante Ipod fueron unas de las mejores de todo el viaje.
  • La tienda de campaña que se abre en dos minutos es muy cómoda. De verdad se abre en dos minutos. El problema es, sino has mirado antes por Internet cómo, es desmontarla. El primer día nos costó una hora y media y la tienda estuvo a punto de ser asesinada. Después encontramos un método de dos minutos entre los dos. Antes hemos mirado cómo hacerlo por Internet y es mucho más sencillo. Igualmente, la tienda nos resultó un gran parte de la diversión.
  • Si ya hable de comidas, el horario francés no coincide tanto con el español, más bien acaba cuando empieza el español. Lo que quiere decir que perdimos muchas comidas pero conseguimos cenar a la hora correcta. Después, el camino al sueño fue muy rápido. También durmiendo encima de tierra un poco dura.
  • En la región de Languedoc-Rosellón, y después también hay muchos chateaux medievales. Fuimos a uno. Subimos a una montaña y ahí, arriba, un antiguo castillo con una vista larga a los Pirineos. entramos a las ruinas de antiguas torres, habitaciones y capillas. Hasta dónde puede llegar uno con la imaginación... guerras, nobles, amores (?), conspiraciones....
  • Rocamadour- un santuario en los Midi-Pyrénées, tres horas de Toulouse, que es una maravilla. Está hecho dentro de una montaña-roca entre otras montañas verdes. Se construyó ahí un santuario por San Amador que murió poco después de la muerte de la virgen, ahí en este sitio, y se encontró su cuerpo muy conservado en 1166 me parece. Ahí el camping y la cena fueron de maravilla y el vino tinto local (Madiran: población y uva) fue muy rico e iba genial con el confit de pato y con el magret...
  • Las grandes ciudades que hemos visto: Toulouse y Burdeos, parecen muy vivas. Nos han impresionado las dos. Son bien distintas: Toulouse parece más estudiantil y Burdeos más clásica pero igualmente joven. Las dos son muy bonitas y no podíamos estar suficiente tiempo para apreciarlas. eso si, he visto a la catedral de burdeos, Saint andré, que es uno de los nuevos 'patrimonios de la humanidad' de la Unseco. Es impresionante, de verdad.
  • He visto muchas catedrales e iglesias, así, como una judía orgullosa. Me gusta entrar a estas construcciones góticas oscuras, con los rayos de sol a través de los vetarles. no me gusta tanto el olor de la cera y las velas, pero a veces, si hay suerte, ponen música así de iglesia que relaja. Así resulta tener algunos momentos de tranquilidad. Si, en una iglesia.
  • Los vinos y la zona de Burdeos- en otro post, este ya se convirtió en largo.
  • Arcachon- la única ciudad en que decidimos quedar un día entero (dos noches en el mismo camping). Una ciudad de vacaciones de pijos de Burdeos. Como no fue la temporada no había tanta gente. Hemos hecho un paseo en barco de casi dos horas. Mmmm, el aire del mar en la cara. Hemos visto la ostricultura en el mar (ya es el atlántico) y decidimos que tocas ostras. Fuimos al pueblo de al lado (menos turístico) y las comimos. Cenábamos en un sitio tan bonito que parecía sacado del mejor sueño, siendo auténtico.
  • Al lado de Arcachon está la Duna de Pyla, la duna más grande de Europa. Es gigante y además es alta. Puedes ver el océano por un lado y un gran bosque por el otro. Ahí decidí ignorar mi miedo de alturas y corrí bajando las dunas, con un buen salto al final. Lo hice algunas veces. Un gran momento y un inolvidable paisaje.
  • Bayonne, ya parte del país vasco francés fue, para nosotros, una ciudad cono mucha energía positiva. La gente fue muy amable, todos nos hablaron, nos invitaron, nos recomendaron. Todos hablaban castellano. Podía comunicarme en Francia con el castellano y no el inglés. Además es muy bonita. Hay tantas ciudades, en Francia, dónde pasa un río. Eso da un ambiente distinto, especialmente si estás al lado del río.
Ya está. No diré más ahora. Este post ya es suficientemente largo. Hablaré de los vinos de Burdeos pronto. Al final, eso fue uno de los objetivos del viaje.