Fiestas familiares

Tengo unas fiestas doblemente familiares. Por un lado voy con el Bonito a su familia a festejar la Navidad y el Sant Esteve (día de fiesta catalán el´26 de diciembre). Después, mis padres han venido, aprovechando que mi hermano y yo tenemos vacaciones e intentamos a seguir la Janukka (no va del todo bien, es que tampoco estamos tanto en casa).
Así que voy de una comida a otra cena. Del capón gigante del día 25 a buscar paella de verduras a horas extrañas (menos mal que existe el Repla que ahora ofrece comida de 12h a 24h y que tiene platos de arroz y tapitas variadas ricas). Además, las cantidades de alcohol que bebo, como siempre en las fiestas, no ayuda a la sensación general de mi cuerpo que sufre algo entre Jet-lag, cansancio y resaca ligera (me quedo con las bebidas menos fuertes).
Este año también me han regalado muchas cosas como parte de la Navidad pero, además, mis padres me han traído de todo: comida, ropa y otros regalitos. Ahora tengo ya muchas zapatillas (cada una más mona de la otra), unos nuevos vestidos, perfume y libros. Ahora llega la noche del año nuevo, noche que yo planeo pasarla con relativa tranquilidad. Es decir, festejar en casa, con el Bonito y ya esta. No se me verá buscando un fiesta en una discoteca o en otro lugar público dónde todo cuesta caro y no hay sitio para, ni siquiera, estar de pie cómoda. Y el humo del tabaco... y la gente borracha.... no, ya me ha pasado este momento en la vida....yo en casa, con una botella de champán, música y buena compañía.... Cada uno festeja a su manera....

Estado de la cuestión

No escribo mucho últimamente. Tal vez estoy ocupada o, tal vez, no siento que tengo mucho que decir. Podría contar de las cosas que me pasan pero no creo que interesan mucho. Más que nada vida rutinaria normal. Pronto llega Navidad, con lo bueno y lo malo que tiene.  He ido a la cena del trabajo (buena comida) y un desayuno con mi clase de catalán (después de saber la nota del examen) y ayer una mini cena con algunos amigos. Pronto empezarán las cenas de familia (del Bonito), aunque mis padres llegarán a visitarnos a mi y a mi hermano en la ciudad. Así que tendré una semana llena de familias. Y también unos regalitos israelíes en forma de comida local y snacks variados. Mmmm...

Otra cosa buena es que por tres semanas tengo un poco de tranquilidad. Sin clases, tareas y exámenes. Tengo solamente que comprar regalos. Ya tenía ganas de no tener que ir de un lado a otro y acabar tarde. Bueno, me quejo sin razón, no trabajo tantas horas así que por lo menos hago algo productivo. Tal vez tendré una beca ahora o en abril. Una mini beca, nada que paga demasiado. Pero espero que no requiere mucho tampoco. Tendré tiempo para estudiar y hacer lo que tengo que hacer. 

Mi búsqueda por un tema de tesina se va mejorando. Parece, por lo menos ahora, que la cosa se aclara. Tengo un libro que me interesa como centro del trabajo de investigación. El problema es que está en francés. Puedo leer francés pero no tan bueno. Y voy leyendo el libro poco a poco, dos palabras si y la tercera que no, no la entiendo. Pero está bien, un buen desafío mental. a lo mejor acabaré entendiendo mejor. Cuando acabaré leyéndolo, si tendrá algo que os podrá interesar, explicaré mi tema con más detalles. 

Por ahora me voy. He hecho un poco "estado de la cuestión", (resumen de la situación actual de algo, por lo menos para mi trabajo de investigación),  eso si , si yo soy la cuestión. Más o menos por dónde voy y qué hago. Si no digo nada antes, felices fiestas: Hanuka, Navidad y la fiesta musulmana del momento (si no me equivoco hay una, solamente que no se cuál).  A comer mucho!

Igualdad en el metro un sábado por la noche

Hoy quiero hablar de la Igualdad, un derecho importante de cada humano. La igualdad, más que un derecho, es una condición, una parte de la condición humana. La Igualdad existe, entre nosotros, sólo por ser humanos, sólo por tener necesidades básicas parecidas y ser de la misma especie. No somos iguales de ninguna forma, hay más o menos inteligentes, más o menos bellos, más fuertes o menos altos. Pero, al final, todos necesitamos comida y agua, amar y ser amados, comunicar y tener cobijo. 

La Igualdad es una idea formulada en diferentes maneras. Amar al prójimo es un ejemplo. Hay que querer el bien para el otro y desearle lo que uno quiere para sí mismo. No siempre es posible. Para nuestra especie, el mal del otro a veces es una pasión, una voluntad y nos da placer ver el otro sufriendo. Pero en un mundo ideal, en el cielo o el paraíso, todos queremos el bien para todos. 

La suerte, para la mayoría de nosotros, es que no teneos poder y fuerza para hacer realmente el mal al otro. El mal que causamos, que no es nada positivo pero igualmente lo hacemos, es relativamente pequeño. El problema aparece cuando los que tienen el poder, el dinero, la influencia y las armas quieren causar el mal e ignorar la Igualdad. En estos casos, el mal causado puede llegar a ser horrible.

Un ejemplo bastante simple de Igualdad encontré en el metro el sábado pasado. Viajé por la noche, casí a la una me parece. El sábado por la noche el metro de Barcelona está abierto toda la noche y sirve a la gente que sale de fiesta, que va o vuelve de cenar, que va a ver amigos. Así, la gente del metro el sábado por la noche es gente feliz. No hay caras dormidas de la primera hora de la mañana o cansadas al volver de trabajo. Todos rien y hablan, beben algo (claro, el botellón) y no buscan el mal. todos están positivos. Todos son iguales, todos tienen el derecho de estar felicesy disfrutar y así, se encuentra muchas personas distintas que no ven sus diferencias. Cuando estuve sentada en el viaje, descubri que enfrente mío hay una pareja de dos chicos dándose la mano, al lado mío otro chico escuchando música con su Ipod. De pie, dos chicas y un chico hablando y riendo. En las sillas de al lado, otra pareja de chica y chico diciéndose cosas al oído, al otro lado, dos chicas inglesas (me parece) vestidas con sus mini faldas llenas de ganas de bailar ya. Todo el vagon sonaba a diversión y buena energía. Nadie fijó en el que está a su lado para ver que tiene de diferente y si le molesta o no. De este viaje baje contenta y llena de estas buenas energías, aunque volví  a casa, reñativamente temprano para un sábado por la noche. Salí del metro escuchando la radio en mi móbil y sonriendo. 

Qué pena que no somos todos personas en el vagon del metro el sábado por la noche. Qué pena que nuestros líderes y los que no son nuestros, no comparten esta buena energía. Qué pena que no se cumple esta importante Igualdad. Qué pena que muchas veces buscamos las diferencias y lo malo en el otro. Si, yo también. Menos mal que no tengo ningún poder real de hacer mucho daño.