06 mayo 2008

Tel Aviv, la última ciudad mediteránea

Ayer hubo un debate en el CCCB (Centro de cultura contemporánea de Barcelona) sobre Tel Aviv como ciudad mediteránea. Para los que no saben Tel Aviv es una ciudad considerada nueva en la costa israelí. Ahora es la ciudad más importante como centro cultural y laico del país. Jerusalén, la capital, es el centro religioso, político y espiritual del Estado de Israel.

En el debate estuvieron el escritor israelí Yoram Kaniuk (que un libro suyo está recién traducido al castellano- El hombre perro) por un lado y después el arquitecta (también israelí) Sharon Rotbard que escribió un libro sobre las diferencias entre dos Tel Aviv en la misma ciudad (ciudad blanca y ciudad negra). La parte del Kaniuk, el novelista, fue más general. Como se autodefinió, él era un contador de relatos y así fue su parte. Él nació y vivió todas su vida en Tel Aviv (a parte de 10 años que vivió en New York). Su ponencia explicaba el nacimiento de la ciudad y su desarrollo.

Tel Aviv comenzó a ser construida en 1909, como parte de Yafo, la ciudad y puerto vecinos. En Yafo vivía la población judía junto con la población árabe. En realidad, algo de construcción en Tel Aviv comenzó aun antes, en 1908, como un cementerio para los muertos judíos deYafo. El desarrollo de la nueva ciudad, que en su primer año se llamaba Ahuzat Bait y solamente en 1910 recibió su nombre final : Tel Aviv, fue rápido. Desde 1930 llegaron muchos judíos alemanes a Palestina del momento, colonia británica. Estos judíos no eran en su mayoría sionistas pero frente al apoyo y el poder creciente de los nazis en Alemania no tenían otras opciones. En realidad les costó mucho venir al nuevo país (no independiente todavía) y a una ciudad muy cálida y húmeda. Así Tel Aviv se convierte en más europea. Con la publicación del Libro Blanco, un libro con el que los británicos limitaban la entrada creciente de judíos a Palestina tuvo la población judía en Europa un gran problema por no tener adonde escapar de un ambiente hostil. Igualmente seguía una entrada ilegal y clandestina de judíos a Israel de Europa y también del resto del mundo.

Otro punto interesante es que Tel Aviv está llamada por un nombre de un libro de Theodor Herzl, el líder sionista, que se llamaba Altneuland (La tierra vieja-nueva). Así que el nombre de Tel Aviv muestra la mezcla de lo viejo con lo nuevo (Tel-colina vieja, Aviv-primavera). También es un nombre que aparece en una profecía del libro Ezequiel, como un lugar en Babilonia.

El arquitecto ya habló del estilo de la construcción. Tel Aviv está considerada ser una ciudad Bauhaus por el estilo arquitectónico de algunas partes. El Bauhaus fue una escuela alemana del principio del siglo XX que se cerró por los nazis en Alemania. Como he dicho antes, muchos judíos de origen alemán han venido a Tel Aviv en busca de una casa nueva (o no...=). Entre los jóvenes que vinieron habían unos que han estudiado en la escuela o influenciado por la Bauhaus. en realidad, el arquitecta israelí, Sharon Rotbard explicó que tantos arquitectos judíos que estudiaron en la Bauhaus y que trabajaron en Tel Aviv no habían. Solamente uno (Aryeh Sharon, no es Ariel Sharon, ex primer ministro). Pero en total, el estilo Bauhaus dio un toque más europeo a la ciudad y una identidad especial.
Más o menos en este momento el Bonito y yo hemos ido... Después la cosa se desarrolló a un debate entre los dos israelíes sobre el tema de la división entre dos ciudades:blanca y negra. el arquitecto habló de las diferencias económicas y sociales que hay entre los que viven en la parte blanca y en al parte negra de la ciudad. El novelista no estuvo de acuerdo con él.

Interesante.
El debate me ha despertado muchas ganas de ir a ver Tel Aviv. Además, Yoram Kaniuk la comparó con Berlin sin parar (ciudad de partida, partia, de muchos judíos alemanes que vinieron a Tel Aviv en los años 30). A ver si es así.
Nos fuimos en medio de la ponencia de Rotbard porque no se quedó muy claro lo que dijo.
La conferencia fue muy interesante pero por su aspecto informal. No se ha dado mucha información aunque si que se habló de elementos desconocidos a muchos.

Pero el bonito y yo fuimos de vuelta a Gracia, a la agradable plaza de la Virreina, para tomar una cañita y ver como corren los perros.

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